1 pescado entero (como lubina, trucha o dorada), limpio y escamado
Sal al gusto
Pimienta negra al gusto
Harina de trigo
Aceite vegetal para freír
Rodajas de limón para servir
Lava y seca bien el pescado entero. Asegúrate de que no queden escamas y que esté completamente limpio.
Haz cortes diagonales en ambos lados del pescado. Esto ayudará a que el calor se distribuya de manera uniforme y permitirá una cocción más uniforme.
Sazona el pescado con sal y pimienta por dentro y por fuera, asegurándote de que esté bien condimentado.
En un plato o bandeja, coloca suficiente harina de trigo para cubrir el pescado.
Pasa el pescado por la harina, asegurándote de que esté completamente cubierto por todos los lados. Sacude suavemente para eliminar el exceso de harina.
En una sartén grande, calienta suficiente aceite vegetal a fuego medio-alto. Asegúrate de que haya suficiente aceite para cubrir por completo el pescado al freír.
Cuando el aceite esté caliente, cuidadosamente coloca el pescado en la sartén. Fríe por unos 4-5 minutos por cada lado, o hasta que esté dorado y crujiente. Si el pescado es grande, es posible que debas voltearlo con cuidado utilizando espátulas o pinzas.
Una vez que el pescado esté dorado y cocido por completo, retíralo de la sartén y colócalo sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Sirve el pescado frito entero en un plato y acompáñalo con rodajas de limón para agregar un toque de frescura. Puedes servirlo con ensalada, arroz o papas fritas.